EL QUE NACE LECHON...

 Es  un año malo para el jamón, i a pesar de que para el cortador también lo es, yo creo que es un año sabático, o al menos me lo tomo así, acentuado además con una pequeña lesión en la muñeca. 

Es un tiempo para conocer, un tiempo para reinventarse y empaparse de cultura, de adquirir conocimientos nuevos para hacer más profesional si cabe nuestro trabajo. Si, nuestro, hablo en plural porque me siento parte de un grupo de amigos que más que profesión llevamos el jamón como un privilegio, como una afición de la cual nos sentimos orgullosos deformar parte. Me siento orgulloso de formar parte de la Unión de Cortadores especializados de Jamón. Los mejores profesionales a los que nunca había imaginado conocer.

Hay cada día más cortadores, o al menos eso es lo que ofrecen muchos escondidos tras un trozo de cartón, y es por eso que cada día hay que respirar jamón, hay que subir  el listón, hay que dar más y mejor para marcar esa diferencia, para dar cultura a quien la pide y recibirla de quien la ofrece. A pesar de que llevo una vida disfrutando de esta profesión, cada día aprendo algo y me siento orgulloso de ser un alumno veterano antes que un maestro.

Me gusta hablar de jamón, me siento bien derramando mis conocimientos a quien los quiere escuchar, por eso a veces pienso que mis hijos saben más de jamón que muchos cortadores, y es una pena porque el jamón se lo merece. 

Al fin y al cabo este paréntesis va a hacer que realmente los auténticos amantes del jamón sean los que aguanten la sequía.

Se que pronto volverán las aguas a su cauce, pero mientras tanto hay que seguir trabajando. Por y para los amantes del jamón y su cultura.

Va por ustedes.